Asumir la responsabilidad, pase lo que pase.
Este es otro atributo de los grandes líderes y triunfadores: actúan a partir de la creencia de que son ellos quienes mueven su mundo. Una y otra vez se les oye decir: "yo soy el responsable. Esto es cosa mía".
Si usted no está convencido de ser el creador de su mundo, bien sea a través de sus éxitos o de sus fracasos ,entonces se halla a merced de las circunstancias. Es usted la victima de las cosas que pasan; el objetivo y no el sujeto. Voy a decirle un cosa, y es que si fueran esas mis convicciones, saldría a buscar ahora mismo otra cultura, otros mundos, planetas. ¿Para qué vivir aquí, si uno es solo el producto de fuerzas externas que actúan al azar?
Asumir la responsabilidad es, en mi opinión, una de las medidas que mejor define el poder y la madurez de una personalidad. Es también un ejemplo de como las creencia sustentan otras creencias coherentes. Si usted no cree en el fracaso, si se sabe autor de todo desenlace, al asumir la responsabilidad no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. El que domina la situación tiene asegurado el éxito.
John F. Kennedy tenía el sistema de creencias. Dan ratel ha dicho que Kennedy se convirtió en un verdadero líder después del incidente de la bahía de Cochinos -con la fracasada invasión de cuba-, cuando se presentó ante el pueblo estadounidense y declaró que lo de la bahía de cochinos había sido una atrocidad que no debió ocurrir jamás… y asumió toda la responsabilidad por ello. Cuando hizo eso dejo de ser un joven político habilidoso para transformarse en un verdadero líder Kennedy hizo lo que debe hacer todo gran líder. Los que asumen la responsabilidad ejercen el poder; los que la eluden son desposeídos.
Este mismo principio de la responsabilidad rige a un nivel personal. Muchos de nosotros hemos pasado por la experiencia de tratar de expresar una emoción positiva hacia otra persona, como manifestarle nuestro amor o decirle que comprendemos su problema, y nuestro interlocutor ,en vez de acusar ese mensaje positivo, lo ha interpretado de manera negativa, previéndose entonces una reacción de enfado u hostilidad. A menudo, nosotros tendemos entonces a enfadarnos también, a echarles la culpa y decidir que allá ellos, atribuyéndolos la responsabilidad de cualquier daño o efecto negativo que pueda ocurrir.es la salida más fácil, pero no siempre la más acertada.es posible que nuestra comunicación haya sido el factor desencadenante. Usted todavía puede conseguir que su comunicación produzca el resultado deseado si no pierde de vista ese desenlace, es decir el comportamiento que usted deseaba crear. Pude aun cambiar su propia conducta, su tono de voz su expresiones faciales y muchas otras cosas más. Hay que decidirse que el sentido de la comunicación es la reacción que uno obtiene al cambiar su comunicación al retener y asumir la responsabilidad de ella usted retiene el poder de cambiar los resultados que va obteniendo
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